Lo que todos necesitamos - Uriel Torres

Era una tarde de otoño, el frío se empezaba a sentir cada vez mas mediante el sol daba sus últimos rayos. La luna ya estaba en el cielo y poco a poco las estrellas cubrían el cielo. Recuerdo que estaba escribiendo un cuento para un concurso y no había forma de encontrar una inspiración o un simple tema sobre el cual escribir, había buscado inspiración en todos lados, en la piscina municipal, en el bosque, en el shopping y en otros muchos lugares pero nada me daba lo que yo quería escuchar o mejor dicho sobre lo que yo quería escribir. Volví a casa luego de haber estado unas cuantas horas fuera y mama estaba como loca, apenas llegue empezó a darme un sermón, de esos súper largos en los que repiten mil veces las cosas y en resumidas palabras solo tienes que tener cuidado con la calle pero antes de que terminara agarre mis cosas y me retire, le dije que estaría en la plaza y rápido como el viento salí corriendo. Era noche de luna llena, perfecta para hacer cualquier cosa, menos estar en tu casa. No me pregunten que esperaba encontrar en la plaza pero tenia la certeza o mejor dicho el presentimiento de que algo me esperaba y que eso me ayudaría a terminar mi historia. Pueden llamarme loco, enfermo o como quieran pero cuando llegue a esa plaza cambio mi vida por completo. Recuerdo que estaba sentado en el tercer banco a la izquierda de los juegos para niños, mirando para todos lados, buscando un tema, una acción algo sobre que escribir, giraba mi cabeza de izquierda a derecha y viceversa, como si en mi interior esperara a que alguien viniera con una historia escrita y me diga toma esto es para ti, pero no eso no paso, sin embargo a lo lejos note que hace como unos diez minutos había un cuerpo , parecía una chica y a juzgar por la altura tenia unos 15 o 16 años estaba atrás de un árbol y no me quitaba los ojos de en sima, al principio pensé que era algo chistoso como si yo el chico mas feo de todos le gustara o algo , pero después de media hora observándome , paso de ser algo tierno a algo incomodo, Yo no era ni tan guapo ni tan feo como para que me mirara tanto, además a menos que estuviera contando cuantas pecas tenia no había motivo para que me mirara tanto. Esta situación me ponía bastante incomodo, así que me levante y camine hacia ella , estaba atrás de un árbol y estaba muy oscuro como para ver su rostro , pero la luna que es buena amiga mía deslumbro su brillo para que pueda verla , lo que vi me sorprendió , era bellísima usaba unos lentes que parecían envoltorios para sus hermosos ojos color miel y completaba el combo perfecto con su magnifico pelo lacio mas oscuro que la oscuridad en la que ella se escondía , era hermosa de pies a cabeza , toda una dama y la mas linda que había visto en mi corta vida. Le pregunte su nombre pero no contesto , solo me observaba de arriba a abajo como si fuera un bicho raro , como si nunca antes hubiera visto otro ser humano. Cuando por fin volví a la realidad le dije que me llamaba Alex y que tenia catorce años, intentando romper el hielo y que me dijera su nombre. Luego de un rato de un magnifico juego de miradas y unos sonrojos de vez en cuando, ella soltó unas palabras, su nombre era Emily y tenia la misma edad que yo. Eso me tranquilizo y mucho , por lo menos sabia que no era muda y que podría seguir hablando con ella , pero antes de que pudiera preguntar otra cosa interrumpió mis futuras palabras y salió corriendo , a gritos le pregunte a donde iba y de la misma forma me contesto que se le hacia tarde y que tenia que ir a su casa , lo único que se me ocurrió fue seguirla , pero corría tan rápido que luego de unas cuadras la perdí y me di cuenta que estaba frente al cementerio , esto era raro yo no era un deportista como para correr la distancia que hay entre la plaza y el cementerio que era alrededor de dos kilómetros sin cansarme y tampoco era tan despistado como para dejar todas mis cosas en la plaza. No entendía que había pasado, ni la hora que era, lo único que sabia era que mis cosas estaban solas en la plaza y que era muy probable que ya no estuviera. Cuando por fin llegue a la plaza me di cuenta de que mis cosas estaban todas en su lugar, todo igual a como lo había dejado e incluso el café a medio tomar seguía caliente, era como si alguien me lo hubiera cuidado todo este tiempo. Agarre mi celular y vi que eran las dos de la mañana , hacia como cuatro horas que yo estaba fuera de mi casa y tenia muchísimas llamadas de mi madre que estaba súper preocupada, volví a casa lo mas rápido que pude y les conté todo lo que había pasado , todos se rieron excepto mi madre que casi me mata cuando se entero que había llegado hasta el cementerio , todos me trataron de loco y que de seguro me había escapado con alguna chica o me había quedado dormido por ahí y lo había soñado , pero yo sabia muy bien que eso no era así. Volví todas las noches siguientes y a la luz de la luna corría hasta la puerta del cementerio con la esperanza de volver a verla, pero nunca sucedía, tampoco perdía la esperanza y aunque la había visto una vez sola y no sabia nada de ella, no podía dejar de pensar en esos ojos color miel y en esos labios de pétalos de rosa, la amaba, me estaba enamorando y era algo nuevo en mi persona. Estuve un mes corriendo y todos conocían mi historia, muchos me saludaban, otros me decían que me olvide de eso, pero yo no podía, era demasiado lo que sentía por ella y de repente una noche de luna llena volvió a la plaza. La vi y quede inmóvil otra vez, me dijeron que me estabas buscando y le conteste que tenia que volver a verla una vez mas, me pregunto porque y no tuve mas remedio que decirle la verdad. Me cambiaste la vida Emily, era la primera ves que sentía algo así por alguien y a gritos le dije te amo Emily, se que no te conozco mucho pero durante este mes no pude dejar de pensar en ti. Ella sonrió y con una sonrisa se largo a llorar y cayo arrodillada, me agache y la levante, la mire a los ojos y en un fuerte abrazo, la bese, fue el momento mas bello, hermoso y tierno de mi corta vida , jamás me había pasado nada igual y el corazón me latía a mil por hora. Luego de eso me pidió que la acompañara su casa y sin dudarlo le dije que si, le pregunte si podía abrazarla y con una enorme y tímida sonrisa me dijo que si. La gente nos miraba y yo no entendía porque , yo besaba a Emily cada vez que podía y la gente se asustaba cada vez mas , porque según ellos yo besaba el aire , yo no entendía esos comentarios pero estaba tan contento de poder tenerla alado que no me importaban. De repente se detuvo en la puerta del cementerio, no entendía porque, pero tenia el presentimiento de que pronto sabría la verdad. Me abrazo muy fuerte y al oído me dio las gracias , no entendía porque y me dijo que gracias a mi podría descansar , me volvió a besar pero este beso tenia gusto al final , la volví a besar y entre beso y beso me decía que se hacia tarde y yo la besaba cada vez mas fuerte y mas apasionadamente y entre mis brazos y mis labios se empezó a desvanecer y la luna dio su máximo esplendor y todo el cielo se ilumino y ella sin decir palabra y con sus labios sobre los míos se desvaneció para siempre. De repente apareció un picaflor que con un canto parecido a una dulce voz me pidió que lo siguiera y me llevo hasta una simple tumba que decía "Emily Rodríguez amiga y hermana 1995-2010" y debajo una hermosa frase que decía "Todos necesitamos encontrar lo que nos falta para ir al otro lado y a Emily le falto amor".